MIENTRAS ESTABAS DURMIENDO
a Monique Girard
Cuando pregunté por la noche,
alguien salió corriendo y gritó.
Tuve miedo.
No podía encontrar tus ojos:
todo estaba cubierto de hojas secas.
Grité:
¡Tráiganme la oscuridad!
Y después que la última luciérnaga
cayera ejecutada por una sandalia de plástico,
sólo vi al humo
colgando de un alambre,
mirando al vacío con estupor.
Una manzana pasó volando
y el aire clandestino, prófugo,
me acarició imitando al rocío
y cantando trajo, cauteloso,
tus ojos que dormían junto a mí.
Elías Letelier