SPLIN...
No... no me digas nada esta mañana.
Lo sé. Te duele verme así.
¡Es que estoy triste!...
Tan triste, ¿sabes?...
Y no tienes la culpa, tú,
ni yo, ni nada.
Son los recuerdos, que llegan,
que golpean...
trayendo, tal vez,
cosas pasadas.
Estoy triste. Es verdad.
Esta mañana, me encuentro
¡Como nunca!
Quisiera reír. Reír mucho;
para matar, esta pena;
y solo queda en mis labios
una sonrisa trunca.
¡Son los recuerdos!
¡Cómo hieren y reabren, las heridas!
Cuando llegan, golpeando desde lejos.
Esta mañana gris, vinieron
¡Como nunca!
Fueron llegando, lentos a mi vida.
Por eso, es que estoy triste.
Es el pasado,
que está viviendo en mi alma,
todavía...
Cristina De Fercey