Cuando en silencio medito en Ti
y tu voz me habla al oído
saco a luz mucho de mí
aunque Tú no haces ruido.
Ése silencio me da la muerte,
y tu mirada me alienta a más
por eso digo: ¡No quiero verte!...
me cuesta ir por donde vas.
¡Déjame por favor!...
pues me estás matando
¡Dame de tu amor!
pues vivo llorando.
Me cuesta vivir contigo
me asusta vivir sin Ti
sé que vives conmigo
y me haces salir de mí.
Señor... Dónde estás...
Carlos Vásquez