ALARIDOS
Te fuiste, cuando el viento lanzaba ladridos
como un perro guardián a las nubes
que escapaban heridas,
lanzando gemidos.
Te fuiste, cuando las nubes sollozaban
en las cumbres desiertas
por sitios perdidos.
¡Todavía resuena en mis sienes
su triste sonido!
Te fuiste en la noche terrible y oculta,
sin darme un abrazo,
sin dejar testigos
y al volver hallé el lecho revuelto y vacío,
cuando el viento lanzaba alaridos,
ahuyentando a las nubes heridas,
por sitios perdidos.
¡Todavía resuena en mis sienes
su triste sonido!
Carlos Etxeba
Queda prohibida la reproducción pública (total o parcial) de cualquiera de estas publicaciones por cualquier medio o procedimiento sin la previa autorización por escrito del autor. Para representar las obras se ruega comunicar a la Sociedad General de Autores de España (SGAE) Departamento Artes Escénicas. Número de asociado 37.019