A TODOS LOS POETAS DEL MUNDO
La poesía divina (Jesucristo)
se reunía con los apóstoles (los poetas)
para recitarles los versos del amor (el evangelio)
Los poetas (los apóstoles)
escuchaban las profecías (los poemas)
rimando consonantes y asonantes interiores del corazón.
Las poesía humana va siempre de incógnito
sin corona, sin manto de púrpura,
sin pasar por la peluquería,
para no llamar la atención
porque sabe que es criticada y perseguida constantemente
por las damas empingorotadas
y habla siempre en metáforas
para que la entiendan solamente los elegidos
que se ocultan humildemente en sus casas.
—No temáis poetas del mundo,
cuando a cuenta de mi amistad os dijeren los hombres:
¡Están locos! Gastan el dinero en cosas inútiles y superficiales.
Yo os digo que vuestros nombres están inscritos
para recibir el premio de consolación de la cultura.
No temáis, poetas del mundo,
cuando a cuenta de la poesía os torturen los hombres, diciendo:
¡No sirven para nada! Son unos parásitos.
Son unos imbéciles.
¡Mejor harían en ir al boxeo o al fútbol!
Yo en verdad os digo que a cada uno de vosotros
le sonreirá el prestigio en esta vida
y en la otra os entregaré entradas
para ver los ojos azules de la Esperanza
que en el teatro del universo estelar
canta divinamente con el Ideal
la danza del Progreso junto con los coros de la Certeza,
la orquesta sinfónica de la Fantasía
y el cuerpo de baile del Delirio,
todos dirigidos por el gran Maestro Universal.
¡Ah, se me olvidaba!
El primer bailarín es el Desarrollo
y la primera bailarina es la Prosperidad.
A aquellos que os critican les espera una vida prosaica
donde solo se oirá el llanto de la mediocridad
y el crujido de dientes del materialismo
y no sabrán distinguir entre una jota una ge,
una uve y una be.
Esto dijo la Poesía
y poniéndose la dorada corona de laurel
que le quedó un poco ladeada,
pegó un portazo, al salir con paso solemne
y mirada furibunda del Salón de Actos del Círculo Cultural
de la Buena Voluntad.
Como resultas del portazo se cayeron al suelo
y se hicieron añicos los retratos de los directores
de grandes bigotes y gesto ceñudo de la galería de retratos.
Una señora de la limpieza que por allí pasaba,
los barrió a todos y los echó al cubo de la basura,
mientras la Poesía bajaba con paso solemne
por la escalera principal
diciendo a grito pelado:
¡Pandilla de majaderos!
Y ya no volvió por allí más.
Carlos Etxeba
Queda prohibida la reproducción pública (total o parcial) de cualquiera de estas publicaciones por cualquier medio o procedimiento sin la previa autorización por escrito del autor. Para representar las obras se ruega comunicar a la Sociedad General de Autores de España (SGAE) Departamento Artes Escénicas. Número de asociado 37.019