DOWN
A Valentín
Como pan, como plata, como lluvia,
como pequeñas plumas sobre el nido,
así me surge cada abrazo tuyo,
profundo en tu paisaje de inocencia,
cruzando la avenida de los años.
Pequeño tejedor de cada tiempo,
si miro tu camino despejado,
si observo tu mañana de igualdades,
entonces yo conozco en realidad
la ciencia del amor entre los hombres.
Ah tu profunda risa sin distancia,
tus ojos de azucenas por la noche,
tu frente solitaria y decidida.
Tal vez tus manos blancas y amorosas,
tal vez tu voz de trigo enternecido,
no sé, quizás tu boca sin envidia,
quizás tu pelo en carnaval oscuro,
tal vez tu lengua sin rencor ni pena
o todo lo que el hombre nunca vive
cabrían en tu mundo como otoños
abriendo aquellos brazos que te cierran
los mismos que se piensan más humanos.
Benjamín León