DESPUÉS
Cuando todo esté solo,
libre de soledad,
abrazaré tu cuerpo terminado,
viajando
hacia el corazón y otras estrellas.
Acabarán, sin más,
las noticias que el mundo nos arroja,
y la galaxia escondida del cerebro,
junto a la Vía Láctea,
alcanzará el confín del pensamiento.
Cuando todo esté solo,
libre de soledad,
ya no nos moveremos
entre el conocimiento y el misterio,
y las alas del ángel,
encendidas de luz
devoradora de colores y sombras,
serán nave
del íntimo viaje
y nos conducirán
al otro lado de los muertos.
Cuando todo esté solo,
libre de soledad,
convergirán las líneas
paralelas,
alcanzaremos el pasado con la mano
y nunca perderemos el futuro.
Cuando todo esté solo,
libre de soledad,
habrá una geometría de sonrisas
donde todos los vértices son suaves
y el camino más corto
no es una línea recta.
Cuando todo esté solo,
libre de soledad,
cuando el alma
emprenda la aventura
de la muerte.
Beatriz Villacañas