TEORÍA DE LA CADENA DE BICICLETA
Para cada situación de la vida se han de dar unos componentes que la consoliden de forma adecuada. De este modo el vendedor ha de tener de su espacio adecuado para la venta, el género o mercancía apropiada y del cliente que tenga necesidad del producto a vender.
En el mundo de la bioética se habla de voluntad, capacidad, autonomía, conocimiento...
Voluntad en cuanto a facultad de decisión libre y no condicionada.
Capacidad en cuanto a cualidad en el poder de decisión, en cuanto capacitación de decisión, en cuanto a potestad de ejercicio del derecho de elección.
Autonomía en cuanto a la acción libre y sin cortapisas de la elección, como ejercicio de elección sin menoscabo por connotaciones de ningún tipo.
El conocimiento del hecho científico ha de ser lo más adecuado posible, adecuado en cuanto a comprensible por el sujeto a realizar la elección, adecuado en palabras, formas y explicación del conocimiento. Únicamente podemos conocer cuando tenemos conciencia de haber entendido correctamente todo lo que nos ha de ser inherente al proceso del acto médico o del acto por el que debemos de dar un consentimiento o realizar una elección.
Todos estos procesos, voluntad, capacidad, autonomía, conocimiento forman como el engranaje de una bicicleta, si se dan correctamente el engranaje funciona y la cadena de la bicicleta se desliza suavemente, pero si falla alguno de ellos, si por falta de voluntad, capacidad, autonomía o conocimiento se realiza el acto médico, la cadena salta, el acto a realizar se carga de vicios por no estar adecuado a la voluntad, capacidad, autonomía o conocimiento de la persona, entonces el acto médico va en contra del proceso ético o del buen hacer médico y la cadena de bicicleta salta, la bicicleta no avanza y se anula la libertad de actuación del sujeto y el buen hacer de la ciencia.
Ahora entendamos nuestra vida como una bicicleta, y en nuestra vida, para nuestras cosas, lo que nos concierne, deberemos de ser consultados e informados de una manera correcta y adecuada a fin de que comprendamos lo que se va a hacer con nuestras piezas.
Ángel Rened