NO DIGAS NADA
La luna me cubrió con tenue manto
de plata nacarada, sin derroche
palpita el corazón igual que anoche
sufriendo por tu amor, sutil quebranto.
Ignoro si el derrame de mi llanto
es causa del dolor de tu reproche
mi vida vive ya su medianoche
y teme sucumbir al desencanto.
Encierro mi tristeza en la almohada
queriendo recordarte con empeño
soñando con tu piel tan perfumada
y el roce de tu labio tan risueño.
Te pido por favor, no digas nada
permite que prosiga con mi sueño.
Ángel Mier Garza