PREFERENCIA
Es sencillo, mujer, aún prefiero
tu terca desnudez,
tu espalda al beso vivo,
la cicatriz ferviente del suspiro,
la ambigüedad caliente de tus manos,
el dolor deseado.
Aún prefiero sangrar esta obsecuencia,
despuntar el milagro de encontrarte
premeditando juntos la inclemencia
de muslos y deshoras.
Gestando esa avalancha decorosa
de confesiones ciertas y fugaces,
a escasa voz,
a todo amor.
Morir hacia vos,
entre el comienzo del adiós y el fin del cuerpo.
Aún prefiero quererte sin variantes,
llegar hasta tu sed,
saciarte el alma,
confiarte mi dolor más diminuto,
hurgar tu corazón sin prevenciones.
Es sencillo, mujer, amor me obliga
a dar este matiz de preferencias,
amén de a veces preferir tu olvido,
como un instinto de supervivencia.—
Andrés Eduardo Pierucci
Primer Premio 1er Certamen Nacional de Poesía Erótica del Centro Cultural «Cristina De Fercey».