LITIGIOS
Hacía tiempo escucho
mi corazón suave latir,
detrás desarraigo
mi fuerte devenir.
Húmedo y puro se extiendo,
mi ánimo trasciende,
¿te encontraré, hermano, algún día?
Se sigue nublando mi alegría,
se extingue la llama encendida
de esencia marchita,
mi boleto de ida,
que otra cara tome mi vida.
Clarinetes y trombones
redoblan sus sonidos,
se oyen sus ecos en los cajones
de mi corazón malherido.
Ana C. Vásquez