CANCIÓN AL ALBOR
Me basta tan solo un detalle, algo mínimo,
como un cabello o un roce de flor,
para poder dibujarte nuevamente
en mi espacio vacío,
para copiar casi exacta
tu sonrisa o tu mano,
para sentir cómo inicia la música,
-la otra-,
la que escucho cuando estás cerca,
cuando callas, cuando esperas,
cuando cada amanecer
tiene tu nombre de bordes suaves,
como el rojo en tus labios,
donde quisiera decírtelo todo
en un silencio oscuro,
que escriba sobre tu piel
la avidez de estas palabras
que el mirarte en otros brazos
me ha obligado a escribir
sobre el frío papel.
Alonso Véner