SEÑALES
I
La sensación de estar durmiendo con los ojos abiertos
nos dice que esta vida tiene algo de mentira.
II
En un momento del camino
—del corazón del caminante—
hay dos señales:
una indica por dónde continúa su esclavitud
y la otra por dónde puede conducirse a la libertad.
Mas la primera, arteramente luminosa,
es muy capaz de confundir.
III
Si es seductora a veces la realidad que vemos
—nada más que apariencia del más profundo sueño—,
¿cómo será en verdad?
Adolfo González