LARGA DISTANCIA
Hagamos
esta mañana blanca de horas rotas
como que él duerme aún ese sueño cansado
de ojos grandes como barcas.
Medias lunas negras los párpados.
Porque en la marcha obtusa de los días que me faltan
nada más me agita la canción de los minutos.
Dedos tintazul acariciándome los ojos.
Hagamos de cuenta
que ya no tarda
en abrirme la noche larga
y bebamos un poco de agua mientras nos arden
esos tiempos blancos de jugar a adivinarle
la postura exacta en que nos habla desde lejos.
Adelaida Caballero