RAÍZ DEL HOMBRE - IV
No hay vida o muerte,
tan sólo tu presencia,
inundando los tiempos,
destruyendo mi ser y su memoria.
En el amor no hay formas
sino tu inmóvil nombre, como estrella.
En sus orillas cantan
el espanto y la sed de lo invisible.
Octavio Paz, 1955
Versión proporcionada por Dina Posada.