REENCUENTRO
Y entonces
desde algún lugar recóndito
de la cara que estaba frente a mí
en el Starbucks Café
afloró su otra cara
y apareció de nuevo
el brillo que tenía en los ojos
cuando aún nos queríamos
Fue sólo un resplandor
una milésima de segundo
hasta que volvió la cara
de la mujer que estaba
sentada en mi mesa
mirándome con ojos
que ya no eran míos
diciéndome palabras
que ya no eran nuestras
compartiendo lo único
que podíamos compartir:
un café descafeinado
y la cuenta
Óscar Hahn