CEREMONIA DEL DORMITORIO
Me pinto los colores de guerra
en mi cara de antiguo guerrero:
las rayas rojas en los pómulos
las amarillas en la frente
y el índigo ritual en las sienes
Mientras tanto tú te pones los tuyos
frente al espejo del tocador:
lápiz labial
delineador de ojos
y un poco de rubor en las mejillas
De pie en el centro del dormitorio
blandes tus armas de combate:
tus ojos negros
tu pelo sedoso
y esa forma de morderte los labios
Rápidamente me haces tu prisionero
y me tiendes vendado y te tiendes
encima de la piedra del sacrificio
Invocando a tus dioses tutelares
buscas abrirme el pecho
y arrancarme el corazón de raíz
Y cuando alzas el cuchillo de cuarzo
y lo agitas sobre mi cabeza
enarbolo mi lanza y te traspaso
Óscar Hahn