TRÍPTICO
III
LA EXPULSIÓN DEL PARAÍSO
Tu lecho es el jardín de las delicias
encarnas en tu cuerpo a las tres gracias
con tus flores y frutas me acaricias
y de mi ser más íntimo me vacias
Después cuando mis ramas quedan lacias
en otros ritos del placer me inicias:
con tus lenguas de fuego me suplicias
y somos el jardín de las desgracias
Rodamos por oscuros precipicios
y oficiamos diabólicos oficios
en dormitorios de incendiadas camas
Y cuando huimos de esos maleficios
nos espera en la puerta de los vicios
un ser alado con un lirio en llamas
Óscar Hahn