CANCIÓN DEL INDIGENTE
Tú sin con qué abrigarte
descalzo y sin con qué
pagarle al mesonero
la taza de café
corriste hacia la calle
perseguido por él
y algunos parroquianos
con abrigos de piel
Tú sin con qué vestirte
tú sin con qué comer
y el sin con qué sonaba
sonaba el sin con qué
Tú sin con qué sanarte
sin casa y sin con qué
calmar la tos el hambre
y el mal de la vejez
dormíste bajo el puente
tapado con papel
Y una tarde cualquiera
te encontró no sé quien
tirado junto al río
que corría a tus pies
Tú sin con qué existir
tú sin con qué entender
Y el sin con qué sonaba
sonaba el sin con qué
Óscar Hahn