VELORIO DEL ANGELITO
Las ocho han dado y sereno,
las nueve cinco y soñando,
muriendo, las diez un cuarto,
la medianoche llorando.
Dónde está el sol, dónde el agua,
dónde el pastor y su piño.
La muerte cortaba rosas
duerma en paz que cortó un niño.
Mire cómo llora el guaina
mire a la china, amarilla,
mire el guitarrón sin lengua.
Un ángel sobre una silla.
El niño de las ovejas
que quiso cantarle a Dios,
se nos voló en una cueca :
su nicho es un guitarrón.
Qué dulce el pastor escrito
por la pluma de la muerte:
en unos escribe suave
y en otros la entierra fuerte.
Las ocho han dado y sonando,
las nueve cinco rompiendo,
callando las diez un cuarto,
la medianoche naciendo:
la muerte han dado y llorando,
la muerte en punto y lloviendo.
Óscar Hahn
También titulado Égloga fúnebre.