REMOLINO INTERIOR
Me gusta que no me entiendan
y que tampoco me entiendan,
camisa de seda tengo,
pero también tengo espuelas.
Si digo que yo te quiero
no es cierto lo que dijera,
y acaso no te saludo
no es cierto que te aborrezca.
Cuando recorro la plaza
me gusta que no me entiendan,
pastillas de menta compro
para corretear la pena.
Voy a sentarme a la plaza
de pena, de pena, pena,
y acaso a la plaza llego
la plaza, plaza me alegra.
Si digo que por las piedras
circula una voz de seda,
quiero decir que en el río
me bebo la luna llena.
Y como quiero que nadie
sepa lo que me interesa
me pongo a amansar potrancas
celestes sobre la arena.
Y como Chile es mi fundo
me gusta seguir la cueca,
con una chaqueta corta
y un pañuelito de menta.
Al viento lo voy siguiendo
con un chicote de abejas,
el viento, viento se esconde
detrás, detrás de las puertas.
Si vendo a mi negra vendo
todo lo que a mí me queda,
pero la vendo y la vendo
para que nadie me entienda.
Y acaso quiero que nadie
me pida mi yegua yegua,
le digo que si es de noche
se asusta de las estrellas.
Y acaso es de día claro
se asusta de las espuelas,
yo quiero que nadie entonces
me entienda ni que me entienda.
Cuando me subo a los árboles
es luna mi calavera,
me gusta, me gusta, gusta,
me gusta que no me entiendan.
Pero hablando en serio serio
que nadie me niega niega
que cuando subo a caballo
me pongo mis dos espuelas.
Nicanor Parra