DESDE UNA ESTRELLA ENANA
Para Antonio Arias, que le puso música y voz
Como hogueras en la noche
una por segundo
la última en ejecutar su danza de combustión en la galaxia
provocó el éxtasis de Johannes Kepler
por siempre ya geómetra de lo místico
una explosión más próxima habría sido el fin
del viejo planeta
sin embargo
este particular canto
de ondas de sonido y rayos gamma
este cegador y apabullante modo de morir
(denso cisne de carbono, sílice y oxígeno)
legó al principio de los tiempos
un rastro nutricio.
Hoy proclaman los científicos
con alborozo de antiguos poetas
en los días del tótem y la esfera:
somos hijos
de una estrella.
Natalia Carbajosa