CARAMBA 59
¿Quién puso el pie sobre la garganta difunta?
Los helicópteros huyeron y... hasta la vista.
Hoy yacen aquí los ojos y allí la camiseta
sin que los aviones reparen en tanto despilfarro.
Vete y mira.
Cuando llegues al puente, respira.
Y si pasas de la limitación,
suelta el corazón;
porque da gusto ver cómo baja la oropéndola
sobre las nubes, hasta dar en la pantorrilla.
José Moreno Villa