BREVE Y PARALELA
LA MEDITACIÓN
Un cerco de finas púas
ciñe toda meditación;
cada entrada en el cercado
es estría en el corazón,
o cabello cano en el pelo
o en la frente duro tachón.
Pero ¿quién rehúye la entrada?
¿Quién se queda sin ver a Dios?
José Moreno Villa