SENSACIÓN DE OCASO
Aquí me alejo de la vida y vivo...
Padre Hiperión sobre la mar se tiende,
y un girón escarlata se desprende
del cielo manso, tenue y aflictivo...
El ángel del penado, compasivo,
da néctar de mi alma y la suspende.
Vago anhelar en mis entrañas prende
y a la inyección de caridad revivo.
Una paz de ultratumba, aderezada
de melodías a cordel tañidas,
que lentamente la conciencia esfuman,
cae sobre el monte y sobre la llanada...
Mis potencias se sienten sumergidas
en la solemne Träumerai de Schumann.
José Moreno Villa