SOLEARES
Vete, tonta, que es igual...
Tú eres moneda que rueda,
y a la mano te vendrás.
No hay mentira en el querer:
que te quise, era verdad...;
que no te quiero, también.
Tonto es el que mira atrás...
Mientras hay camino alante,
el caso es andar y andar.
No sé si eres mala o buena:
deja que te mire bien,
que para eso es la moneda.
Toíto es hasta acostumbrarse:
cariño le toma el preso
a las rejas de la cárcel.
No tengo amigo ninguno.
Penas son las que yo tengo:
con mis penitas me junto.
La veredita es la misma...
pero el queré es cuesta abajo,
y el olvidar, cuesta arriba.
Me va faltando el sentío:
cuando estoy alegre, lloro;
cuando estoy triste, me río.
¡Quién lo había de pensar
que por aquel caminito
se llegaba a este lugar!
Yo te he querío a ti siempre
con los reaños del alma
y con fatigas de muerte.
Los gitanos, los gitanos....
hoy se mercan un vestío,
mañana van a empeñarlo.
Por mí no se sabrá ná...
Aquel que tiene de sobra,
no se tiene que alabar.
La mujé es como la fruta:
si no la cortan, se cae
en cuanto que está madura.
Tengo un querer y una pena:
la pena quiere que viva;
el querer quiere que muera.
Fatigas; pero no tantas.
Que, a fuerza de muchos golpes,
hasta el hierro se quebranta.
El que quiera, no lo diga:
haga como que no quiere,
y aprenda a pasar fatigas.
Al cielo no miro yo
porque me miro en tus ojos,
que son del mismo color.
Por acercarme a tu vera,
con gusto iría pisando
cuchillos y bayonetas.
Considera, compañero,
que en el mundo hay bueno y malo
Pero más malo que bueno.
¿De qué me sirve dejarte,
si dondequiera que miro
te me pones por delante?
En mis sueños te llamaba...
Como no me respondías,
llorando me despertaba.
Tú eres la estrella del Norte:
la primerita que sale;
la última que se esconde.
Entienda usté a las mujeres..
Si lo quieren, no lo dicen;
si lo dicen, no lo quieren.
Tu calle, ya no es tu calle:
que es una calle cualquiera,
camino de cualquier parte.
¡Pobrecito del que espera!
¡Que entre el ayer y el mañana
se va muriendo de pena!
Manuel Machado