ÉGLOGA VESPERTINA
De un sol que brilla y no arde
la última lumbre serena...
Una campana que suena
en el palor de la tarde...
De una ovejuela cobarde
el anheloso balar...
Y una moza del lugar
que oye charlar a la fuente,
con el pensamiento ausente
y el cántaro sin llenar.
La noche viene pausada
las mismas sendas borrando
por donde va dilatando
su fresca sombra callada...
La campiña y la enramada
los marjales y el vergel
cubre ya el negro mantel
que solo el alba les quita...
¡La noche viene, mocita!
¡La noche viene... y no él!
Torna la niña al aldea...
La fuente sigue charlando
y la muchacha escuchando
su corazón que golpea...
En la plaza cuchichea
al verla pasar, la gente.
Y ella cruza indiferente,
sonámbula muda y grave...
Pero ahora la moza sabe
lo que decía la fuente.
Manuel Machado