Sandro Botticelli
LA PRIMAVERA
¡Oh el sotto voce balbuciente, oscuro,
de la primer lujuria!... ¡Oh la delicia
del beso adolescente, casi puro!...
¡Oh el no saber de la primer caricia!...
¡Despertares de amor entre cantares
y humedad de jardín, llanto sin pena,
divina enfermedad que el alma llena,
primera mancha de los azahares!...
Ángel, niño, mujer... Los sensuales
ojos adormilados y anegados
en inauditas savias incipientes...
¡Y los rostros de almendra, virginales,
como flores al sol, aurirrosados,
en los campos de mayo sonrientes!...
Manuel Machado