LA CASA MISTERIOSA
(Polirritmo sin rima)
Con sus muros blancos y sus tejas rojas,
Al pie de abrupta sierra, la antigua casa duerme.
Mansión del misterio,
sin moradores ni amigos:
nadie sube ni desciende los perrones,
cierra ni abre las ventanas;
en los altos miradores no reposa la cigüeña
ni a la sombra del alero se cobija el caminante.
todo calla en el recinto:
ni a la voz responde el eco.
Mas si al morir de la tarde vago al pie de los muros
oigo surgir de la casa
una exótica armonía
de voces y flautas que lloran y ríen.
Enfurecidas lluvias torrenciales
el flanco azotan de la abrupta sierra,
y con titánicos golpes de líquidos martillos
la basáltica roca hienden,
el granítico muro pulverizan.
Hoy a los pálidos reflejos de la tarde,
los restos busco de la antigua casa:
aguzo las pupilas -nada veo;
paro el oído -nada escucho:
sólo el silencio de la muerte
en las lóbregas fauces del abismo sin fondo.
Mas si los ojos cierro,
miro la casa y oigo la armonía:
miro las tejas rojas y los muros blancos,
oigo las voces que lloran y ríen,
unidas a las flautas que ríen y lloran.
Manuel González Prada