RONDEL-ROMANCE
Oír me gusta un no confuso y débil,
cuando en tus ojos resplandece amor,
irradia en tu semblante la sonrisa,
y el bien que niegan balbucientes labios
otorga silencioso el corazón.
Cuando ceñuda y blandamente esquiva,
de mí te alejas con el pie velo,
mas ser cogida y subyugada quieres,
oír me gusta un no.
¡Cómo seducen goces y caricias
entre fingidos odios y rigor!
Me place ver a la glacial palabra
unirse tierna, apasionada acción:
y al espirar tus besos en mi boca,
oír me gusta un no.
Manuel González Prada