RONDEL
Estrella de la tarde ¡qué tranquila
Sigues al Sol las moribundas huellas!
¡Cómo te bañas en sus luces bellas!
y ¡cómo , atravesando la pupila,
en lo profundo de mi ser destellas!
Cuando triunfal por el Oriente subes,
suspiro yo, que en mis entrañas arde
la sed divina de escalar las nubes,
estrella de la tarde.
¿Qué misteriosa, mágica inflüencia,
a tu existencia enlaza mi existencia?
Al terminar mi vida tormentosa,
cuando la tumba mis cenizas guarde
¿quién, sino tú, visitará mi losa,
estrella de la tarde?
Manuel González Prada