TRÍPTICO DEL COLOR DEL ANDE
Se estremece el trigal con la neblina
y es azul, tan azul que no parece
trigal, sino una ola que se empina
cuando el aire de súbito lo mece.
Al mediodía es oro. Crencha fina
de doncella que en púdico amanecer
Sólo ya con la tarde languidece
y torna a encapotarse en la neblina.
Al viento que se lleva en el voleo
la corteza del grano ya maduro
lo sigo, lo persigo, lo deseo,
Para aventar del corazón, amigos,
la ruín escoria hasta dejarlo puro:
¡puro como la harina de los trigos!
Manuel Felipe Rugeles