LA GUACAMAYA
Sin rumbo en mitad del campo,
solita, la guacamaya.
De amarillo, azul y rojo
la cola, el pecho, las alas.
Oro y verde hay en sus ojos.
Oro y verde de Guayana.
¡Ay!, en la copa del árbol.
¡Ay!, si pudiera alcanzarla.
¡Al desplegar sus colores,
que hacia el horizonte vaya!
¡Que deslumbre como un sueño!
Y diga el que ha de mirarla:
—De amarillo, azul y rojo
la cola, el pecho, las alas.
—¡Que linda flota en el aire
la bandera de mi patria!
Manuel Felipe Rugeles