GOLLERÍAS
Si el militar consiguiera
Sin oler nunca la pólvora
Una y otra charretera,
Con sólo rondar esquinas
Y guiñar a las vecinas,
Y sin comprar en campaña
Al grito de viva España
Con su sangre la victoria,
¡Oh
qué gloria!
Si, como a cada momento
Cambia de colores Úrsula,
Se alimentase del viento
Camaleona completa,
En vez de ser tan coqueta
Y exigir a cada instante
De su desdichado amante
Ya el collar, ya la basquiña,
¡Oh
qué viña!
Si campase mi talento
Libre, inmune en mi periódico,
Sin trabas de reglamento,
Y yo escribiera solito,
Sin que nadie alzara el grito,
Para diez mil suscriptores,
Y no tuviera censores,
Ancha mostrasen la manga,
¡Oh
qué ganga!
Si bastara la osadía
Con que llamo burro al prójimo
De más alta nombradía,
Y hacer en mi cartapacio
Caricaturas de Horacio,
Y mal traducir un drama
Para merecer la fama
Que a otros corona en el Pindo
¡Oh
qué lindo!
Si el Gobierno..., pio, o tordo,
Sólo por cantar el trágala
Me diera un destino gordo,
Aunque fuera necesario
Que a algún digno funcionario
El ministro despojara
Sólo por mi linda cara
Donde no ha apuntado el bozo,
¡Oh
qué gozo!
Si, comiendo a dos carrillos,
Mientras la voz de república
Esparzo por los corrillos,
me pagan por ser agente
De Carlos el pretendiente,
Y me tienen por grande hombre
Y ensalza el vulgo mi nombre
Porque escribo con veneno,
¡Oh
qué bueno!
Pues siendo yo un mequetrefe
Me doy tono con las ínfulas
Y el alto sueldo de jefe,
Al pago que un subalterno,
Sin conocerlo el Gobierno,
Lo hace todo en la oficina
Por la asignación mezquina
De doce reales y pico,
¡Oh
qué rico!
Si libertad sólo hubiera
Para frailes y canónigos
En la monarquía ibera
Bajo el cetro de Isabel,
Y a costa del pueblo fiel
Viviera de mogollón
Cubierto el hipocritón
Con la máscara del justo,
¡Oh
qué gusto!
Manuel Bretón de los Herreros