EL FEO
Yo soy muy buen cristiano,
Yo soy buen ciudadano,
Yo soy un pobrecillo
Candoroso y sencillo;
Pero con esta cara
Que Dios me dio tan rara
Nada me sale como yo deseo.
¡Ay desgraciado del que nace feo!
La cara, dice el mundo,
Del corazón profundo
Es el veraz retrato;
Y ese mundo insensato
Sólo al ver mi figura
Mi alma inocente y pura
Compara al alma del feroz Atreo.
¡Ay desgraciado del que nace feo!
Nunca he sido tramposo;
Que es vicio indecoroso;
Mas si para un apuro
He menester un duro,
Jamás hallo una puerta
A mis ruegos abierta.
En vano pido, en vano pordioseo.
¡Ay desgraciado del que nace feo!
Si un lindo sin sustancia
Suelta una extravagancia,
¡Oh cómo aplaude Obdulia
Y toda la tertulia!
Yo digo una agudeza,
Y exclaman: ¡qué simpleza!
¿Quién le mete a gracioso a ese Asmodeo?
¡Ay desgraciado del que nace feo!
A Pedro da esperanzas,
A Juan mimos y chanzas,
A Diego... En fin, a trece
Versátil favorece
La coquetuela Marta;
Y a mí me da... una carta
Para que vaya a echarla en el correo.
¡Ay desgraciado del que nace feo!
En la calle un cualquiera
Me disputa la acera;
En casa, siendo el amo,
No acuden cuando llamo.
¿Pretender? Tararira.
Confianza no inspira
Este rostro fatal para un empleo.
¡Ay desgraciado del que nace feo!
Al entrar yo en la fonda
Ríen a la redonda
Ocho trastos o nueve,
Y el mozo se me atreve,
Y los peores platos
Me sirve, y no baratos;
Que yo soy algún paria a lo que veo.
¡Ay desgraciado del que nace feo!
Si hay de noche camorra
Por culpas de una zorra,
Y yo por un acaso
¡Triste! me encuentro al paso,
El agresor escapa,
Y la ronda me atrapa;
Y me mira... No hay más: yo soy el reo.
¡Ay desgraciado del que nace feo!
Si un fraile (esto no es mofa)
Furibundo apostrofa
Al pecador precito,
Aunque pueblo infinito
Le oiga en la augusta sala,
Solo a mí me señala
Cuando acudo al sermón del jubileo.
¡Ay desgraciado del que nace feo!
Yo busco al cirujano,
Yo sudo, yo me afano
Si pare un niño hermoso
Inés. Padre y esposo
(No siempre es uno mismo)
Me encargan del bautismo...
Y no cato los dulces del bateo.
¡Ay desgraciado del que nace feo!
Soy más feo que Picio,
Y es mi mayor suplicio
Gustar de la hermosura.
Si al fin por desventura
Acepta alguna bella
Mi amor, ¡tal será ella!
Capricornium me fecit, lo preveo.
¡Ay desgraciado del que nace feo!
Manuel Bretón de los Herreros