EXORCISMOS
¿He de ser yo tan abanto,
Luisa, que crea en tu llanto
Cuando sé que eres mujer,
Y que por un alfiler
Que se te caiga del manto
Con la misma angustia lloras?
¡Exi foras!
¿Yo, porque en desgracia esté,
Desesperarme? No a fe,
No haré yo tal, ¡buena gana!;
Que arrepentirme mañana
De mi hazaña no podré
Si hoy me sepulto en el Tibre.
¡Dios me libre!
Cuando tanto perantón
Escribe sin ton ni son,
¿Yo creer que un libro es bueno
Porque veo un muro lleno
Con el amplio cartelón
Que me pondera su anuncio?
¡Abrenuncio!
¿Me quería a mí engañar
Cuando solía exclamar
Mi abuelo: «siempre has quebrado,
Soga, por lo más delgado,
Y siempre se ha de tragar
El grande pez al pequeño?»
Ni por sueño.
Por sabio que sea un rey,
Es el hombre mala grey
Y el reinar es mucho afán;
Y pues dice aquel refrán:
«Bien se lame suelto el buey»,
¿Yo suspirar por un cetro?
¡Vade retro!
Si marido llego a ser
Cargaré con mi mujer,
Porque es justo y no hay escape;
Pero ¿con mi suegra? ¡Zape!;
Que eso sería meter
Dentro de mi casa al diablo.
¡Guarda, Pablo!
Decir piropos y flores
A una bella, y sus favores
Galante solicitar,
Lo haré mientras pueda andar;
Pero ¿morirme de amores
Como se murió Macías?
¡No en mis días!
Manuel Bretón de los Herreros