PACTO AMOROSO
No me pidas rubíes ni esmeraldas;
Que no me inclina a dádivas mi estrella;
No te ofendas si en brazos de otra bella
Me ciñe amor de lúbricas guirnaldas;
No extrañes que te vuelva las espaldas,
Si responder me enfada a tu querella;
Ni con celoso ardor sigas mi huella;
Ni me cosas, oh Mónica, a tus faldas.
Ya que no abras la puerta a mi porfía
No me cites de noche a tu terrero;
Que me expongo a traidora pulmonía;
En fin no hables de boda, que prefiero
Cadenas arrastrar en Berbería...;
¡Y tú verás, mi bien, cuánto te quiero!
Manuel Bretón de los Herreros