LIED... EN LA CIENCIA DE AMAR
Antes de hallar escondida
la miel divina en tus labios,
pregunté en vano a los sabios
el secreto de la vida.
Tras de afanoso indagar,
hasta que llegué a quererte,
el misterio de la muerte
nadie me supo explicar.
Pero desde que me hiere
sin compasión el amor,
sé, como enfermo y doctor,
por qué se vive y se muere.
Leopoldo Lugones