LIED DE LA ESTRELLA MARINA
Cierro los ojos, sereno
de hallarte más clara en mi alma,
así como el mar en calma
mece a la estrella en su seno.
Espejo profundo y fiel
en que palpita la estrella,
diríase que más bella
de brillar sólo para él.
Insondable desventura
que en su amargura creciente
se vuelve más transparente
con la sal de su amargura.
Yo puedo al mar, sin embargo,
mi corazón igualar,
que no es más constante el mar,
más hondo ni más amargo.
Leopoldo Lugones