EL ATAJA-CAMINOS
Al ras del camino de amplitud serena,
Que un tardo crepúsculo tapa de ceniza,
Su evasiva sombra de espectro desliza,
O, pegado al suelo, se borra en la arena.
Más meditabunda pónese la calma.
El paso, más sordo, la arena derruye.
Y en el suave pájaro que va, vuelve y huye,
Parece que al campo se le turba el alma.
Leopoldo Lugones