MAPAMUNDI
EL PONIENTE
Espéjanse en la Ciénaga tranquila,
Sombríamente gráciles las cañas
Y los juncos, cual lúgubres pestañas
Que velan una líquida pupila.
La fúnebre humedad de las campañas
En desabridos hálitos se ahila;
Y desde el mar distante, un vaho lila
Inciensa lentamente las montañas.
Encogida en hierática postura,
Sobre el pantano en cuya quieta hondura
Palpítan hipos de cristal sonoro,
Sueña la garza inmemoriales duelos...
Mientras el sol, en los aguados cielos,
Pone una larga pincelada de oro.
Leopoldo Lugones