CONTRA LOS QUE DIJERON MAL DE LAS SOLEDADES
Con poca luz y menos disciplina,
al voto de un muy crítico y muy lego,
salió en Madrid la Soledad, y luego
a palacio con lento pie camina.
Las puertas le cerró de la Latina
quien duerme en español y sueña en griego,
pedante gofo, que, de pasión ciego,
la suya reza, y calla la divina.
Del viento es el pendón pompa ligera,
no hay paso concedido a mayor gloria,
ni voz que no la acusen de extranjera.
Gastando, pues, en tanto, la memoria,
ajena invidia, más que propria cera,
por el Carmen la lleva a la Victoria.
Luis de Góngora y Argote, 1613?