DE LA JORNADA DE LARACHE
—¿De dónde bueno, Juan, con pedorreras?
—Señora tía, de Cagalarache.
—Sobrino, ¿y cuántos fuistes a Alfarache?
—Treinta soldados en tres mil galeras.
—¿Tanta gente?—Tomámoslo de veras
—¿Desembarcastes, Juan?—¡Tarde piache!
Que al dar un Santiago de azabache
Dio la playa más moros que veneras.
—¿Luego es de moros?—Sí, señora tía.
Mucha algaraza, pero poca ropa.
—¿Hiciéronos los perros algún daño?
—No, que en ladrando con su artillería,
A todos nos dio cámaras de popa.
—¡Salud serían para todo el año!
Luis de Góngora y Argote, 1609