AL MARQUÉS DE AYAMONTE QUE, PASANDO POR CÓRDOBA, LE MOSTRÓ UN RETRATO DE LA MARQUESA
Clarísimo Marqués, dos veces claro,
Por vuestra sangre y vuestro entendimiento,
Claro dos veces otras, y otras ciento
Por la luz, de que no me sois avaro,
De los dos soles que el pincel más raro
Dio de su luminoso firmamento
A vuestro seno ilustre (atrevimiento
Que aun en cenizas no saliera caro);
¿Qué águila, señor, dichosamente
La región penetró de su hermosura
Por copiaros los rayos de su frente?
Cebado vos los ojos de pintura,
En noche camináis, noche luciente,
Que mal será con dos soles obscura.
Luis de Góngora y Argote, 1606