CANCIÓN ASESINATO
Los árboles miran
su puerta cerrada.
Un motor que cruza,
una luz que se apaga.
Dos ojos vigilan
inyectando miedo
desde la ventana.
Pasan los silencios
de la madrugada.
Un hombre, dos faros,
alguna muchacha.
Pasan las cadenas
del tiempo que pasa,
porque mide un siglo
el dolor con nombre
que nadie acompaña
y sus ojos miran
inyectando miedo
desde la ventana.
Se detiene un coche,
alguien se baja.
Como dos linternas
se cruzan los ojos
desde la ventana.
Nadie sabe nada.
Los árboles mudos
le vuelven la espalda.
Luis García Montero