EN TONO MENOR
¡Qué tristeza más grande, qué tristeza infinita
de pensar muchas cosas!... ¡De pensar, de pensar!...
De pensar, por ejemplo, que hoy tal vez, Teresita
Alcalá, tu recuerdo me recuerda otra edad...
Yo era niño, muy niño... Tú llegabas, viejita
cucaracha de iglesia, por la noche a mi hogar.
Te hacía burlas... Y siempre mi mamá, muy bonita
y muy dulce, te daba más de un cacho de pan...
Tú eras medio chiflada... Yo pasé buenos ratos
destrozando en tu casa, cueva absurda de gatos,
cachivaches y chismes... ¡Oh, que mala maldad!
Pero ya te moriste... Desde ha tiempo te lloro,
al llorarte, mis años infantiles añoro,
Teresita Alcalá, Teresita Alcalá...
Luis Carlos López