PERO...
“Nibil admirari”
Horacio
¡Oh, que alegre gentil y esplendorosa
Mañana tropical, donde uno olvida
—sin ser un morpiniano—la ferosa
de una vida que acabo no es la vida!
Porque bajo este sol, —cálida rosa
del zafiro del cielo desprendida,
que nos pone a pensar en otra cosa—
nadie, señores, nadie se suicida!
¡Que aquí no hay un político, el jilguero
trina feliz, no existe una sotana,
y el mar—que al hosco malecón argenta!
Luis Carlos López