CROQUIS
La mañana de invierno, una mañana,
que tiene la blancura
de la clorosis. Surge la tonsura
del sol entre la cana
neblina. Ofrece suavidad de pana
la borrosa llanura,
donde la torre de un convento —oscura
y obesa damajuana—
pone un borrón de tinta. Y en la quieta
ciudad, mientras rezonga una carreta
en el ensueño de la lejanía
da un grito agudo el tren, la bruma empaña
con un enredo gris de telaraña,
los caserones de mampostería...
Luis Carlos López