VISIÓN INESPERADA
Las señoritas miedosas pueden
retirarse, porque lo que sigue
es verdaderamente trágico
Fray Candil
Pasamos a unos metros de un islote
que sobresale con
la indolencia sensual del hotentote.
No hay una brizna de vegetación.
¿De quién será este lote
de piedra, esta senil aberración
de los siglos? En vano es el azote
del mar contra la flema del peñón.
Luce un faro que tiene
la burda forma de un erecto pene
fenomenal. Tal vez
medita en el amor este rapado
terruño acantilado,
¡solo en su candorosa desnudez!
Luis Carlos López