IN PACE
Life is a jest
John Say
Cruza el arroyo el solitario entierro
de un pobre. Es natural
que le acompañe un perro
bajo la indiferencia vesperal.
¿De qué murió? Sería
de bulimia, es decir,
de no haber visto la panadería
con ojos de fakir.
Y ahora va, como inútil adjetivo,
despanzurrado dentro de un cajón
de tablas de barril. —He aquí un motivo
para una cerebral masturbación.
Luis Carlos López